
Vacas sin puerto
En un mar de incertidumbre, el carguero Spiridon II, de bande...
En un mar de incertidumbre, el carguero Spiridon II, de bandera de Togo, continúa su errante travesía por el Mediterráneo, llevando a bordo a 2.901 vacas uruguayas que, originalmente destinadas a Turquía, siguen en agonía tras ser rechazadas por el país europeo. Desde el martes 18 de noviembre, el barco ha dejado de actualizar su ubicación en los sistemas de rastreo satelital, lo que ha generado nuevas dudas sobre su paradero.
A pesar de que las aplicaciones de seguimiento marino ubican al Spiridon II en el puerto de Bengazi, Libia, la falta de información precisa sobre su rumbo plantea la posibilidad de que el capitán haya apagado los sistemas de rastreo para evitar una mayor atención mediática sobre la situación de las vacas. Se ha mencionado a Líbano como un posible destino, pero hasta ahora no hay confirmaciones.
El carguero había sido rechazado por Turquía debido a problemas burocráticos y sanitarios. La negativa del país a recibir a los animales, alegando que no cumplían con los requisitos sanitarios, obligó a la tripulación a continuar su viaje sin un destino claro. El regreso a Uruguay se descartó por la imposibilidad de garantizar la supervivencia de los animales en ese largo trayecto.
Cinco días después, el Spiridon II permanece anclado en un puerto de Libia, aunque no está claro si esa información es verídica o si el barco sigue en movimiento, eludiendo los sistemas de rastreo. Los expertos en transporte marítimo sugieren que el capitán podría estar buscando una nación dispuesta a recibir a los animales, tal vez con destino a un matadero, antes de que sucumban a las duras condiciones de la travesía.
Mientras tanto, el destino del Spiridon II sigue siendo incierto, y el drama de las vacas uruguayas parece no tener fin. La desaparición de su ubicación en los sistemas de rastreo es otro triste capítulo en esta saga de maltrato animal.