
El incendio que no se apaga
La presentación idealizada de María José Gentile como una inte...
La presentación idealizada de María José Gentile como una intendenta «silenciosa pero firme» que enfrenta la crisis con «serenidad» y «determinación» no hace justicia a la realidad que vive Nueve de Julio bajo su gestión. Mientras el municipio atraviesa una de sus peores crisis en décadas — inundación de gran parte del Partido, una emergencia económica, denuncias penales que pesan sobre su administración, y problemas graves de infraestructura y servicios— la figura de la intendenta aparece más desconectada de los problemas concretos de la gente que a cargo de gestionar soluciones efectivas. Es urgente un análisis realista de lo que está ocurriendo, sin dejarse llevar por la narrativa de «liderazgo sin alarde», que difícilmente se sostiene frente a la realidad de una gestión que está dejando mucho que desear.
Sin coordinación, sin resultados
Es cierto que se han creado mesas de coordinación de tareas para enfrentar la emergencia hídrica, pero lo cierto que el muicipio siempre fue de atrás y tanto Provincia como Nación llegaron por gestiones de terceros, y a pesar de estas medidas, los resultados son claramente insuficientes. La crisis hídrica no solo sigue afectando profundamente a Nueve de Julio, sino que se agrava día a día sin una respuesta efectiva de la intendenta. El municipio sigue siendo un verdadero campo de batalla en cuanto a la falta de infraestructura para gestionar el agua, y no hay signos claros de que las «mesas de coordinación» hayan logrado frenar el caos y falta de coordiación mencionada por varios de los que son parte de esas mesas. En lugar de una «gestión decidida», lo que se percibe es un manejo reactivo que solo responde ante la emergencia, sin planificación a futuro.
Emergencia económica y denuncias penales: ¿firmeza?
Sabido es la difícil situación económica del municipio. La deuda es un problema estructural que la gestión de Gentile no ha sabido resolver, y no ha habido gestos de austeridad a nivel funcionarios acorde a la realidad expresada. Además, las recientes denuncias penales que pesan sobre su administración son una señal clara de que la «firmeza» de Gentile no ha sido suficiente para mantener la transparencia y la legalidad en su gestión. Tampoco ha sabido diferenciar “la pesada herencia” que recibió de una gestión d ella cual ella mismo fue parte desde el dia 1. Cada vez es más difícil creer en esa «austeridad» que la intendenta pregona, ya que los resultados son nulos y el municipio sigue funcionando en descubierto.
El fracaso humanitario
Uno de los temas más dolorosos en la gestión de Gentile ha sido el reciente anuncio de cierre de la Casa de Abrigo, una de las instituciones más necesarias de Nueve de Julio. En lugar de resolver los problemas estructurales de la institución y garantizar su funcionamiento, el gobierno municipal ha decidido dejar a menores en riesgo sin la contención que necesitan, con una justificación económica vacía. El cierre de este servicio básico no solo expone la falta de compromiso de la intendenta con los sectores más vulnerables, sino que refleja también la debilidad de su gestión frente a los problemas sociales más graves de la comunidad.
La bomba de tiempo
El basural a cielo abierto en Nueve de Julio es otro rojo resaltado en el Debe que viene de las gestiones anteriores y la actual sigue el mismo camino. A pesar de las promesas y los intentos de solucionar el problema, el basural sigue siendo un foco de contaminación y de riesgo sanitario para toda la comunidad. Representa una bomba de tiempo en términos de salud pública. Entre tanto liderazgo «humilde» y «sin alarde», los vecinos padecen las consecuencias de la falta de acción frente a este problema ambiental tan grave.
Transporte y tránsito descontrolado
El caótico tránsito de Nueve de Julio es otro de los aspectos que la gestión de Gentile ha sido hasta ahora incapaz de resolver. La falta de planificación urbana y la insuficiencia de los recursos para mejorar la infraestructura vial han generado un desorden absoluto en las calles de la ciudad. Los accidentes, los ruidos de las motos en horas de la madrugada en pleno centro y el descontrol del tránsito son una constante para los vecinos y la respuesta de la intendenta ha sido nula, sin propuestas claras ni soluciones a corto o largo plazo. La «firmeza» de operativos de control, que son necesarios, no ha sido suficiente para resolver este inconveniente en el cual la Comunidad también tien que aportar lo suyo. Pero si se siguen aplicando las mismas medidas una y otra vez, los resultados no van a cambiar. Será tiempo de tener una mirada más amplia y profesional de la problemática.
Derrota electoral: la desconexión con la realidad
Finalmente, las derrotas categóricas sufridas por María José Gentile en las dos últimas elecciones marcan su desconexión con la realidad de la gente. Mientras continúa pregonando sobre su «trabajo silencioso» y su «liderazgo sin alarde», la ciudadanía de Nueve de Julio ha demostrado, en las urnas, que ya no confía en su capacidad para gobernar el distrito. La falta de diálogo con los vecinos, el incumplimiento de promesas de campaña y la indiferencia frente a los reclamos han sido factores determinantes en su pérdida de apoyo electoral. Las urnas han hablado y la gestión de Gentile ha quedado al borde del fracaso en términos políticos.
Realidad vs ficción
La presentación de Gentile como una «líder silenciosa» y «firme» que enfrenta la crisis con «visión» es una imagen construida desde la narrativa oficial, pero que no se corresponde con la realidad de un municipio que está colapsando. La gestión de María José Gentile ha quedado atrapada en un mar de promesas incumplidas, medidas improvisadas y una gestión que va detrás de los hechos. Los nuevejulienses se resignan a un cambio que no llega.
Fuente: https://www.semanarioextra.com.ar/el-incendio-que-no-se-apaga/