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Gobernabilidad y Economía: puede sobrevivir el modelo Milei?

Por Redacción Extra Digital La imagen política de Javier Milei ...

Gobernabilidad y Economía: puede sobrevivir el modelo Milei?

Por Redacción Extra Digital La imagen política de Javier Milei ...

Por Redacción Extra Digital

La imagen política de Javier Milei tras las elecciones de medio término refleja una estabilidad parlamentaria que parece sólida, con una gobernabilidad ampliada gracias al apoyo del radicalismo y parte del PRO. Sin embargo, debajo de esa fachada de consenso, tres focos de vulnerabilidad económica están poniendo en riesgo el sostenimiento de su proyecto: reservas internacionales negativas, un creciente endeudamiento de los hogares y una caída de márgenes en las empresas. Un ajuste con salarios en caída en términos reales, mientras el poder adquisitivo de las familias se erosiona, complica aún más la capacidad de gobierno. La pregunta es inevitable: ¿realmente puede haber gobernabilidad en un escenario económico tan fracturado?

Milei muestra un orden político que podría ser suficiente para aprobar leyes y mantener el relato de cambio, pero su base material es más frágil de lo que parece. El primero de estos frentes vulnerables es, sin dudas, el cambiario. Mientras el Gobierno sostiene que no es urgente la acumulación de reservas debido al acuerdo con el FMI y el apoyo de la administración Trump, los datos oficiales muestran una realidad distinta. Las reservas netas del Banco Central están en números rojos, con un déficit cercano a los 16.000 millones de dólares. En otras palabras, el Banco Central tiene menos dólares propios de los que figuran en su balance, con pasivos en moneda extranjera que superan los activos. Esto, claro, no pasa desapercibido para los inversores: el riesgo país sigue inquieto y la desconfianza en la capacidad del Gobierno para enfrentar los vencimientos de deuda es palpable.

El escenario de las reservas es tan crítico que incluso un informe del Banco Provincia es tajante: sin una recomposición de reservas, los vencimientos de deuda externa serán insostenibles y solo se podrían afrontar con un tipo de cambio mucho más alto que el actual. En otras palabras, la gobernabilidad política está sobre un pilar extremadamente frágil, ya que el esquema cambiario que el Gobierno maneja podría colapsar ante un ajuste mayor del tipo de cambio. El dilema de Milei es claro: ¿sostiene el tipo de cambio y mantiene una estabilidad relativa a corto plazo, o se arriesga a un salto cambiario que aumente los costos y agrave la inflación?

El segundo frente económico en el que se juega la gobernabilidad es el de las familias, atrapadas en un círculo de deuda y morosidad. Según el último informe del Banco Central, las familias argentinas están cada vez más endeudadas: el crédito creció un 47% interanual, pero a un costo altísimo. Las tasas de interés, ya de por sí elevadas, han empujado a más hogares a refinanciar saldos o a endeudarse para consumo, con una morosidad que ha llegado a niveles históricos. En septiembre, la morosidad en los créditos personales subió al 9,1%, y en las tarjetas de crédito alcanzó el 7,4%. Es el nivel más alto de morosidad desde que el Banco Central empezó a registrar estos datos. La caída del salario real, que aún no logra repuntar por encima de la inflación, está generando una espiral de endeudamiento, recortes en el consumo y atraso de cuotas, mientras las tasas de interés siguen siendo imponentemente altas.
La solución de Milei, en teoría, es la estabilización de los precios y la contención del salario como ancla antiinflacionaria. Pero este enfoque tiene consecuencias dramáticas para la economía doméstica. Si los salarios siguen reprimidos y las tasas de interés no bajan, las familias seguirán atrapadas en un espiral de deuda que será cada vez más difícil de sostener. La mayor parte de los ingresos familiares se destinan al pago de intereses y cuotas, recortando la capacidad de consumo. Y si el consumo cae, también lo hace la demanda interna, lo que afecta a las empresas que dependen del mercado local.
Y aquí entra el tercero de los frentes: las empresas. Aunque desde el Gobierno se asegura que el empresariado está mejorando su rentabilidad gracias al fin de los controles y la baja de la inflación, los datos de la gerencia de estudios económicos del Banco Provincia cuentan otra historia. Si bien los precios al consumidor han aumentado más que los mayoristas, las empresas están viendo una caída de márgenes debido a la competencia de importados y la desaceleración de la demanda interna. En el comercio, los márgenes cayeron un 24% respecto al segundo trimestre de 2023; en la industria, la caída fue del 30%; y en el agro, los márgenes están 42% por debajo del pico de 2022.

Este escenario de caída de márgenes es un síntoma de una economía que está luchando por mantenerse a flote. Las políticas de ajuste fiscal y salarial, aunque buscan controlar la inflación, están arrastrando hacia una mayor recesión y una presión insostenible sobre el aparato productivo. La industria, que necesita que el consumo se mantenga estable para sobrevivir, ve cómo el poder adquisitivo de los argentinos sigue cayendo, mientras que las importaciones más baratas afectan a los productores locales.
El dilema de Milei es complejo y multidimensional: si corrige el tipo de cambio para recomponer las reservas, se acelera la inflación; si aumenta los salarios para recuperar algo de poder adquisitivo, se dispara la inflación nuevamente, afectando a las empresas; y si mantiene el combo de tipo de cambio atrasado con salarios reprimidos, habrá menos tensión nominal, pero el país caerá en una recesión más profunda, con más quiebras y más familias atrapadas en la deuda.
La crisis económica que crece bajo la superficie es el verdadero desafío al que Milei debe enfrentarse. La gobernabilidad política que hoy se exhibe con fotos parlamentarias ampliadas no será suficiente para mantener el equilibrio si no se resuelven las tensiones económicas subyacentes. La historia argentina ha mostrado que, cuando la política ignora las señales de desequilibrios económicos, la forma en que la realidad se impone suele ser abrupta. La gobernabilidad de Milei, aunque sólida en el plano político, podría no ser suficiente para enfrentar un eventual colapso económico que se avizora si no se toman decisiones clave en los próximos meses.

Fuente: https://www.semanarioextra.com.ar/gobernabilidad-y-economia-puede-sobrevivir-el-modelo-milei/

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